Archive for September 6th, 2009

Primer aportación escrita. De Enrique Padilla.

Sunday, September 6th, 2009

Me permití darle una manita al texto. Espero no haberlo madreado. Edgar Clement.

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Por ambos lados de la calle llegan camionetas negras, agentes vestidos de negro, armados y enmascarados entran a una casa de tabique, sin aplanado. En la banqueta de enfrente está sentado un hombre viejo con sombrero de palma y ropa de manta, es Juan Grande. Nadie le pone atencion ni lo toman en cuenta. El operativo sucede, cinco agentes rompen la puerta. Gritos y dos disparos. El líder del grupo da la orden a otros elementos que cargan camillas. Sacan dos cuerpos, un hombre y una mujer, los suben a una de estas camionetas negras y enseguida parten todas. Después llegan las patrullas, los peritos, los agentes del Ministerio Público. Con el pretexto de recabar evidencia acordonan, nadie pasa. Inspeccionan, limpian y se marchan.

El sol se oculta cuando acaba todo. Juan Grande se levanta y entra a la casa que es pequeña. Solo un cuarto. Hay una cama con una cobija de lana. Una estufa con un pocillo y agua aún caliente. Juan olfatea. Al fondo de la habitacion hay dos puertas, una da a la azotehuela y la otra al baño. Entra al baño que huele a cloro y detergente. Ahí encuentra a un niño de cinco años en estado de shock. El niño tiene orejas de perro, sus uñas son negras y en forma de garra. ¿Cómo te llamas, chamaco? El niño no responde, se cubre el rostro y tiembla. Ya se fueron esos cabrones, mataron a tus papas pero yo te voy a cuidar. Se acerca más al niño y lo carga, el niño se va recuperando del shock. El niño se aferra al viejo. Don Juan lo saca de la casa y mientras caminan oscurece. Momentos después Juan vuelve a preguntar. ¿Cómo te llamas, m’ijo?. Saulo, me llamo Saulo.

Enrique Padilla.
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